Exposición de fotografía obrera; «Una luz dura, sin compasión»

11 May

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Hoy hemos visitado una exposición del Reina Sofía titulada «Una luz dura, sin compasión. El movimiento de la fotografía obrera, 1926-1939». Para ello, hemos estado hablando sobre lo que íbamos a ver unos minutos antes de entrar, y después hemos ido por primera vez cada cual a su ritmo, de manera autónoma, recorriendo la exposición. Hemos quedado todos a una hora determinada al final para irnos a desayunar juntos y comentar lo que nos había parecido la experiencia.

Esta exposición presenta la historia de la fotografía documental realizada por fotógrafos no profesionales, retratando el día a día de las clases trabajadoras tanto en el campo como en la ciudad a través de una enorme selección de imágenes, carteles, películas, periódicos, etc.

(Autora: Esther Moñivas)

Me gustó la exposición; algunas fotos me llamaron la atención y otras no porque eran de la guerra y me daba un poco de miedo; en las fotos se ve como mataban a la gente; se veían fotos donde la gente vivía en el campo y lo pasé mal porque me daba impresión ver esta situación. Hicimos fotos para luego colgarlas en el blog; espero ver cosas más bonitas porque a mi la guerra no me gusta mucho y tampoco ver a la gente sufrir.

(Autora: MªCarmen M. Amor)

Me gustaron mucho las fotos. En ellas se veía a gente pobre y otra gente trabajando; la gente pobre me daba pena porque no tenían casa porque la guerra las había destruido. También estuve viendo películas en blanco y negro sobre los desastres de la guerra.

(Autor: Eugenio Huesa)

Las fotos de la guerra que vi me gustaron porque son antiguas; había portadas de revistas antiguas; se veía a la gente en la calle porque estaban en guerra.

(Autor: Antonio Luján).

La exposición de fotografía obrera ha sido una experiencia interesante para mí. He visto distintos retratos e imágenes en blanco y negro.

Tabién había escenas desagradables porque en algunas de las fotos aparecían niños pequeños trabajando en el campo como esclavos, ganándose la vida para poder comer y vivir debido a la enorme pobreza que existía en aquella época por el motivo de la guerra civil que mató a miles de personas y detruyó casi toda una población. Las pocas personas que todavía quedaron con vida, estaban muy tristes porque lo habían perdido todo, se habían quedado sin sus casas para poder vivir, también habían perdido a sus familiares más queridos, a sus amigos de la infancia.

La guerra no me gusta para nada porque se pasa muy mal, porque se causa mucho odio, mueren muchas personas y queda todo un pueblo o ciudad completamente destruido. Es muy desagradable para todas las personas que la viven y para las personas que vemos en televisión en las noticias transmitidas en el del telediario a la hora de la comida y de la cena; se nos ponen los pelos de punta y se nos quitan las ganas de comer. La guerra no es plato de buen gusto, no deseemos la guerra a nadie, ni al peor enemigo que existe en el mundo.

(Autora: Hassiba Seriak)

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